Por Teodoro Rentería Arróyave
Los hombres de bien de México y el mundo deben de estar consternados por la desaparición física del mexicanoespañol, Juan María Alponte, una figura que abarca dos siglos y por su obra, la eternidad.
El fue todo: periodista, historiador, luchador social, filósofo, investigador, catedrático; ante todo eso que es un portento, nos quedamos con el humanista, es decir, con el hombre de sentimientos que amó y defendió la vida de sus semejantes a costa de exponer la propia, porque ante todo fue un amante y un defensor de la verdad.
El maestro, Gustavo Rentería Villa, fue el periodista al que el maestro Alponte le concedió sus postreras entrevistas. En la que fue la última, el joven resalta la disciplina que se impuso desde siempre el adulto mayor, Juan María, con esa dulce sonrisa que siempre lo caracterizó, le contestó, no, no la impondría a nadie, la aconsejaría si es posible, pero también sin criticar a nadie.
Enrique Restituto Ruiz García, que es el verdadero nombre de Alponte, platica en la entrevista, que es un investigador nato para escribir, “para decir lo que nadie ha dicho”, seguramente por eso en 1962 es exiliado de su natal España por el “terrible” delito “atentado contra la seriedad del estado”, motivo que propició su llegada a nuestro país y en 1972 haberse naturalizado mexicano.
Califica al dictador, Francisco Franco como un hombre malvado e intolerable, lo ilustra de esta manera en la charla televisiva: En uno de mis viajes a Portugal, entrevisté al que había sido ministro de Educación de la dictadura, el líder católico, don Joaquín Ruiz Giménez y le pregunte que significó para él la Guerra Civil, a lo que contestó fue una integración de los católicos con el ejército y la dictadura.
Luego resalta la parte de la entrevista donde aflora su respeto por la vida. Don Joaquín, a mis preguntas se refiere a una visita que hizo a Burgos al final de la guerra y encontró a Franco firmando una serie de documentos, inquirió y el secretario contesto: está firmando las sentencias de muerte.
Don Joaquín de inmediato se dirigió a Franco para decirle: General ha terminado la guerra, es el momento de restablecer la paz, a lo que interrumpió el dictador: “Usted está loco”. Al día siguiente el líder católico se declaró masón, motivo suficiente para que se ordenara su expulsión de España.
Juan María Alponte, nació en Santander el 4 de mayo de 1924, fue como se describe un chico y joven de la guerra española, su mayor aportación profesional la realiza en México, 37 libros, infinidad de artículos en los principales rotativos y revistas, programas en la radio y la televisión, en el Instituto Mexicano de la Radio, OPUS 94 Radio-IMER, durante 10 años transmitió la serie “México en el Mundo”.
Su labor en las escuelas de educación superior, en forma especial en la Universidad Nacional Autónoma de México, UNAM, fue de un valor inconmensurable. Son muchos los reconocimientos que obtuvo el maestro Juan María Alponte, nosotros nos quedamos, con el humanismo que lo distinguió en vida y que desde su morada en el éter eterno, nos seguirá prodigando.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, y miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana. Agradeceré sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
