Por Teodoro Rentería Arróyave
Tomo algunos medios, sobre todo del diario La Jornada algunas cifras pavorosas como resultado de la homofobia en nuestro país y algunas reacciones altamente positivas ante la decisión del presidente, Enrique Peña Nieto de encabezar una verdadera cruzada en contra de esa práctica discriminatoria y con ella haber tomado la decisión de mandar una Reforma Constitucional para que en todo el país se realicen matrimonios igualitarios.
Desde que en septiembre de 1973 la Asociación Americana de Psiquiatría, APA, decidió suprimir la homosexualidad del “Manual de Diagnóstico de los trastornos mentales, DSM”, y urgió a rechazar toda legislación discriminatoria contra gays y lesbianas y en la década de los noventa la Organización Mundial de la Salud, OMS, retirara la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, todo cambio para la comunidad Lésbico-Gays.
Sin embargo la violencia homofóbica no ha disminuido en esos 43 años, más adecuado es informar, que se ha recrudecido en los últimos 20 años. La organización Letra S, nos hace saber que entre 1995 y 2015 se reportaron mil 310 homicidios por causa de la identidad sexual, además de los impedimentos para casarse, discriminación en escuelas y centros laborales, problemas para la comunidad gay. A esto debemos de agregarles, algo verdaderamente intolerable la discriminación en los servicios de salud públicos y privados.
Por su parte el Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH/Sida, Censida, dio a conocer que el 90 por ciento de las lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, LGBTTI, han ocultado su orientación sexual en las escuelas por temor a la discriminación, según el
Muy transcendente por sí misma la declaración de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, cuando asegura que la intolerancia y discriminación por homofobia ponen en riesgo el sistema de libertades y la protección de los derechos humanos en el país.
El organismo exhortó a autoridades y sociedad a brindar atención oportuna y eficaz a la intolerancia y discriminación, y urgió al diseño y aplicación de políticas públicas que permitan erradicar estos comportamientos y combatir factores de violencia, sobre todo en los ámbitos de educación, salud, justicia y empleo, la respuesta la había adelantado Enrique Peña Nieto, en esa reunión inédita con la Comunidad LGBTTI.
Y para rematar bienvenida la declaración de la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en respuesta al anuncio del presidente Enrique Peña de que enviará una iniciativa de reforma para formalizar los matrimonios entre personas del mismo sexo a escala nacional, al expresar que la misma ‘‘está firmemente basada en el reconocimiento del principio de universalidad de los derechos humanos, del derecho a la igualdad ante la ley, y de la prohibición de discriminar por cualquier causa o condición, incluyendo aquellas basadas en la orientación sexual y la identidad y expresión de género’’.
Y concluyó con su exhortó al Congreso mexicano y a las legislaturas locales a reconocer el derecho de las personas del mismo sexo a contraer matrimonio y con ello lograr avances en la igualdad de derechos. México, con estas decisiones se pone a la vanguardia en el tema vital de los derechos humanos.
Periodista y escritor; Presidente del Colegio Nacional de Licenciados en Periodismo, CONALIPE; Secretario de Desarrollo Social de la Federación Latinoamericana de Periodistas, FELAP; Presidente fundador y vitalicio honorario de la Federación de Asociaciones de Periodistas Mexicanos, FAPERMEX, miembro del Consejo Consultivo permanente del Club Primera Plana y Académico de Número de la Academia Nacional de Historia y Geografía, ANHG. Agradeceré sus comentarios y críticas en [email protected], [email protected] Nos escuchamos en las frecuencias en toda la República de Libertas Radio. Le invitamos a visitar: www.felap.info, www.ciap-felap.org, www.fapermex.mx, y www.clubprimeraplana.com.mx
