• El 40% de la población mexicana padece de mala calidad del sueño y el 5% presenta trastornos respiratorios como la apnea del sueño y el 30% de los hombres ronca, lo cual les impide tener un sueño reparador.
Las necesidades de sueño cambian con la edad: un recién nacido duerme hasta 20 horas al día; a los 5 años se requieren 12 horas de sueño; a los 12 años se requieren 10 horas y un adulto 8 horas; después de los 60 años, es suficiente dormir por 6 horas y después de los 80, 5 horas de sueño se puede considerar normal.
Los indicadores de un sueño reparador, consisten en levantarse sin dificultad y durante las primeras horas y el resto del día: estar alerta, sentir vitalidad, mantenerse activo durante el día, sentir motivación por la actividad que realiza, agilidad mental, buena memoria y buena retención y atención.
Lo contrario se observa en las personas que no descansan cuando duermen; o por no completar sus horas requeridas de sueño, además de que se vuelven irritables, dificultad para la concentración mental y mala memoria.
Los tres trastornos del sueño más comunes son el insomnio, los ronquidos y la apnea, que consiste en pausas en la respiración.
El insomnio afecta dos a uno a las mujeres; lo contrario ocurre con los ronquidos y la apnea, pues afectan principalmente a los hombres.
Los especialistas de la Clínica de trastornos del sueño de la UNAM, ubicada en el Hospital General de México, recomiendan acudir a consulta especializada si presenta las características descritas.
Recomiendan no leer en la cama ni ver televisión ni trabajar en la computadora y al dormir, que la habitación quede en oscuridad total, para lo cual se deben de tener buenas cortinas y sacar o cubrir cualquier aparato que tenga foquitos de colores, sobre todo de color rojo.
También se recomienda practicar alguna técnica de control del estrés como la meditación, yoga o tai chi.
En el Programa Universitario de Plantas Medicinales de la Universidad Autónoma Chapingo, bajo la dirección del Dr. Erick Estrada, se desarrolló la Galphimia glauca, el N-100, una nueva planta medicinal, científicamente comprobada para mejorar la calidad del sueño, relajar el sistema nervioso central y por lo tanto lo más eficaz para el insomnio.
