Política

Creen que servirá el debate?

Carlos Ravelo Galindo, afirma:

 

Hoy que ya se puso de moda hablar sobre la eminente legalización de la marihuana. Incluso con la opinión negativa del jefe del ejecutivo, pero con la bendición de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, uno de los tres poderes. Se autorizó también, valga la expresión, un debate público para decidirlo en definitiva.

Nuestra opinión personal es que cada mexicano haga lo que quiera, con la  Mota, fumarla o no, con autorización, o como sucede hoy, sin ella.

Una experta, doña Rosa Chávez Cárdenas, nos  permitió dar a conocer su opinión autorizada.

“El debate sobre el consumo de la marihuana se ha vuelto tema de discusión entre los que están a favor de la legalización y  los que están en contra. Hasta hace muy poco era un tema tabú, un asunto delincuencial y de salud pública.

La cannabis nombre científico de la marihuana, tiene referencia como agente psicoactivo y medicinal desde dos mil años antes de Cristo. Incluso los musulmanes la utilizaron de forma recreativa en sustitución al consumo de alcohol prohibido por el Corán.

En 1525 los españoles la trajeron al nuevo mundo y se volvió una cosecha importante. Se cultivó para uso medicinal y como fuente de fibra para la industria textil, hasta que los norteamericanos quisieron darle más auge al cultivo del algodón y prohibieron su producción.  (Incluso varias patentes de medicina contenían marihuana y la prescribían para varios síntomas, hasta para los dolores de parto). En 1930 el departamento de narcóticos en Estados Unidos prohibió el consumo.

Para entonces la mayoría de la marihuana se cultivaba en México,  hasta que  en 1975  nuestro  gobierno acordó erradicar la cosecha. Utilizó un herbicida peligroso para el consumo.

Entró Colombia al negocio y se volvió el principal proveedor con todos los problemas que ya conocemos.

Para aprovechar el mercado de sus consumidores la administración del Presidente Reagan y luego Bush y su guerra contra las drogas fomentaron el cultivo domestico particularmente en Hawai y California.

Atacaron  al contrabando, de tal manera, que se incrementó la mercadotecnia para uso recreativo y medicinal.

Las políticas públicas las dicta el vecino del norte, por lo que ahora quiere quedarse con el mercado en su territorio y de nuevo publicitan las bondades del narcótico.

El Presidente Peña Nieto hizo pública su postura. Declaró que está a favor del debate entre expertos, en cuanto a la legalización de la marihuana. Pero externó, en lo personal, su negativa. Vaya, añadiríamos, dio línea a sus colaboradores y lo que no lo son, pero siguen obedientes al señor de Los Pinos.

Legalizada o no, el consumo para fines recreativos se ha incrementado entre la población.

Sin embargo no es la única droga que genera los problemas del narcotráfico, aunados a la violencia y delincuencia en nuestro país. El 90% de los narcóticos que llegan a Estados Unidos pasa por nuestro territorio. Además, con  pena, aceptamos que somos el segundo país productor de heroína.

El consumo y distribución de narcóticos es uno de los dramas humanos más complicados. Resultado de la corrupción. Del poder por el dinero ilegal. El hedonismo. La permisividad y el consumismo de las sociedades de la era moderna.

La autora es  sicóloga, Homeópata, Terapeuta Familiar. Periodista y  Escritora (Radica en Guadalajara, Jal) y su correo www.rosachavez.com.mx

Nosotros insistimos que la marihuana no daña. Y que cada quien, como con el alcohol y  el tabaco, asume su responsabilidad. Y algo más. Coincidimos con la colega, cuando afirma también:

“No hay duda de que hay muchas drogas, armas, narcos y narcotráfico. No podemos cerrar los ojos. Debemos reconocer que  este es el mundo en el que hemos vivido. Y lo vivimos.

“La educación a los hijos en los primeros años y en la adolescencia es crucial para evitar las conductas compulsivas.

“La ludopatía, el vicio por el juego, es de las adicciones más dañinas y los casinos son legales.

“Los peligros ahí están. Y entre más escondidos y prohibidos, son peor.

“A mis hijos, añade la escritora,  les mostré el peligro y les enseñé la responsabilidad. No fuman, ni les gusta beber alcohol. Siempre estuve atenta a cualquier problema psicológico a tiempo y no

como  hoy es  nuestra cultura:  hasta que no hay nada que hacer”

Entre paréntesis, por orden del Máximo Tribunal de Justicia del País, pese a la obstinación del joven mandatario, ya se entregaron los permisos oficiales a cuatro beneficiados para que la siembren, la cultiven,  y fumen la marihuana, sin causar daño a la sociedad.

Así de fácil. ¿Servirá de algo la encuesta, o debate que es lo mismo,  ordenada por la primera autoridad del país?

¿Daría marcha atrás la Suprema Corte?

 

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