Los niños que crecen en contacto con las mascotas y los animales de la granja, tienen 50% menos asma que los niños que viven en zonas urbanas y sin contacto con los microbios de los animales.
El sistema inmunológico de los niños debe de estar expuesto a los microbios que viven en el pelo de los animales de la granja, con el fin de desarrollar las defensas en el sistema inmune y desarrollar la adaptación para vivir saludables.
El estudio se realizó con más de un millón de niños suecos, nacidos entre el año 2001 y el 2010; en particular en niños que estuvieron en contacto con perros, durante el primer año de vida, tuvieron 15% menos asma a los 6 años, que los niños que no tuvieron ése contacto.
Los hijos de trabajadores de las granjas, tuvieron una disminución del 52% en la incidencia de asma; sin embargo, adquirir un perro cuando el niño ya desarrolló el asma, no funciona como tratamiento.
Esta investigación se llevó a cabo en la Universidad de Upsala, en Suecia y los resultados fueron publicados en la revista científica JAMA Pediatrics recientemente y fue dada a conocer por la Jornada, 7 nov 2015
Este hecho refuerza el concepto de salud: “la salud es la capacidad de adaptación continua a las condiciones cambiantes del ambiente”
