Arte y Cultura

Carranza negoció la gubernatura con Porfirio Díaz, dice historiadora

  • Y Flores Magón luchó contra los revolucionarios

Por Norma L. Vázquez Alanís

(Primera de dos partes)

El archivo del Centro de Estudios de Historia de México (CEHM), de la Fundación Carlos Slim, resguarda 30 años de historia revolucionaria en documentos que pertenecieron a personajes como Bernardo Reyes, José Yves Limantour, Enrique Creel, Ramón Corral, Francisco León de la Barra, Antonio Díaz Soto y Gama, Pablo González, Juan Sánchez Azcona, Francisco I. Madero, Federico González Garza y Félix Díaz, expuso la historiadora Josefina Moguel.

En su conferencia ‘Los personajes de la Revolución Mexicana en los archivos del CEHM’, incluida en el ciclo “50 años recuperando historias”’ con el que esta entidad dedicada a la conservación de los testimonios históricos nacionales celebra el quincuagésimo aniversario de su creación, la doctora Moguel puntualizó que en esos escritos también se encuentra el sentido de la lucha de poderes de todos ellos y sus ideologías, no importa si eran anarquistas, socialistas o liberales, porque todos ellos tuvieron una esperanza de construir un mejor país y cada uno merece respeto y un lugar en la historia de México.

Moguel, quien desde 1981 tiene a su cargo la jefatura del Archivo Histórico del CEHM, explicó que desde su origen el Centro se dividió en dos ramas: la biblioteca, que a instancias del doctor Edmundo O’Gorman conformó una colección extensísima de información sobre el Primer Imperio, y el archivo -que por las circunstancias de su integración y no porque la empresa o sus directivos lo hayan decidido así- contiene documentación mayoritariamente revolucionaria.

El archivo principal es el del primer jefe del Ejército Constitucionalista, Venustiano Carranza, porque es el único que hay en todo el país de este personaje, además de que cimienta muchas de las bases institucionales y constitucionales, apuntó la investigadora egresada de la facultad de Filosofía y Letras de la UMAM, cuyo trabajo se centró por varios años en los papeles del coahuilense.

Y aunque el CEHM no posee el archivo de Porfirio Díaz, dijo, cuenta con una breve correspondencia que lo circunscribe a la situación militar que guardó en la batalla de Puebla, y esos textos muestran un protagonista muy diferente del que se conoció durante su presidencia.

Tampoco tiene en posesión el archivo original del general Bernardo Reyes, pero una de sus descendientes permitió al CEHM hacer fotocopias de esa documentación de quien tenía el control de la zona fronteriza norte del país, porque Díaz lo colocó en la jefatura de operaciones de Nuevo León; la información que resguarda el CEHM revela la labor que Reyes hacía a favor del gobierno de Porfirio Díaz a finales del siglo XIX.

Los expedientes del general Reyes son importantes porque era el encargado de frenar toda clase de subversiones mediante la aprehensión de bandoleros y sediciosos, a quienes fusilaba sin más trámite, en especial en la región norteña bajo su control. Bernardo Reyes frustró el primer levantamiento contra Díaz en 1897, en Baja California, por parte del general Manuel Márquez de León, ante la imposición de Manuel González en la Presidencia de la Republica por parte de Díaz. Asimismo, hizo fracasar la insurrección armada de Catarino Garza, en Tamaulipas, para derrocar al régimen de Díaz.

Pero también ponen de manifiesto que el general Reyes iba a tomar parte en una negociación con los hermanos Carranza, que también hicieron un levantamiento armado contra la imposición de José María Garza Galán por parte del presidente Díaz en la gubernatura de Coahuila; Reyes fue enviado por el mandatario para mediar en la situación y esa insurrección terminó, pero no porque la haya atacado propiamente el gobierno porfirista, sino porque los Carranza negociaron la gubernatura de Coahuila.

Estos documentos, apunta la historiadora Moguel, certifican que ya existían focos de subversión y descontento, pero sobre todo de que ya se había desgastado el gobierno de Díaz; esto es importante porque entonces empezaron a aparecer grupos subversivos que siempre tenían armas y utilizaban las ideas, que vienen siendo más peligrosas que las armas.

La unidad de armas e ideas surgió en un evento nacional convocado por Camilo Arriaga, en el que participó Antonio Díaz Soto y Gama, cuyo archivo resguarda el CHEM, y ahí, en1901, surgió la figura de Ricardo Flores Magón, que representaba al periódico “Regeneración” y fue el primero que comenzó a hablar contra la autoridad dictatorial y hasta llamó traidor a Díaz. Su propuesta era que se promoviera un malestar total contra la dictadura de Porfirio Díaz.

Este personaje ha sido utilizado por la propia Revolución aun cuando él luchó contra ella, pero ahora lo enaltecen por no comprender la realidad de su pensamiento, porque era un hombre liberal y después asumió una posición completamente anarquista -la anarquía se complica porque es solo un sueño de libertad, un sueño libertario, un sueño de ideas- con la cual los propios revolucionarios no se compenetraban.

Algunas de las figuras cuyos documentos están en el archivo del CEHM serían precursoras del magonismo e irrumpieron en la Revolución y fueron acomodándose, dependiendo de sus propios intereses y oportunidades, en diferentes movimientos; entonces se dio un parteaguas con quienes empezaron a afiliarse a Flores Magón y quienes defendieron a Porfirio Díaz. (Concluirá).

 

 

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