De Soraya Pérez*
¿Cuánto nos cuestan las marchas y plantones?
A nivel nacional un problema latente, que ocasiona grandes pérdidas económicas y laborales son las marchas y plantones a las que ya estamos acostumbrados en el país. De ahí que celebro entusiastamente la decisión del gobierno federal en empezar a descontar a los maestros que deliberadamente abandonan sus obligaciones. No sólo se afecta el desempeño escolar de los estudiantes, sino que también tiene graves repercusiones económicas, además de que no existe ley alguna que las regule. Tan sólo en 2014 se registraron más de 3 mil manifestaciones en la Ciudad de México; de éstas 55% fueron en contra de acciones del gobierno federal, casi 40% en contra del gobierno de la Ciudad de México y el resto entre particulares. Según la CANACO, los comercios dejaron de percibir más de 1,600 millones de pesos en ventas y más de 7,000 establecimientos sufrieron pérdidas económicas.
Antes de abonar sobre el panorama nacional, quisiera referir la situación de otros países, por ejemplo, en España, las manifestaciones son permitidas, siempre y cuando se dé comunicación previa a la autoridad, quienes sólo podrán prohibirlas cuando se altere el orden público; en Reino Unido, los manifestantes están obligados a informar 6 días antes y por escrito la fecha y hora de la marcha, la ruta que seguirán y los nombres y direcciones de los organizadores; en Canadá se declara ilegal toda manifestación que no haya dado su itinerario a las autoridades; y en Estados Unidos si las manifestaciones requieren el cierre de calles se requiere un permiso previo.
En los últimos días, un tema que ha vertido diferentes opiniones es el paro de labores tanto de maestros de la CNTE como de alumnos en las vocacionales del Politécnico Nacional. Con firmeza, la Secretaria de Educación demostró que la prioridad es la educación de los niños y jóvenes del país, sin descuidar el privilegio al diálogo. El Secretario de Educación ha cumplido con las advertencias de despidos, pues en lo que va de su administración han sido cesados 9 mil 200 profesores que han faltado a sus clases, más de 4 mil en la última semana, con motivo de las manifestaciones del día del maestro en la capital del país y diversos estados de la República. Sin lugar a dudas, para mejorar la calidad educativa en México, por cierto una de las peores calificadas en el mundo, es empezar a dignificar el trabajo de los maestros y despedir a quiénes no les interesa la prioritaria tarea de enseñar con responsabilidad.
Permítanme concluir con algunos datos sobre lo que opina la sociedad de estas marchas: de acuerdo a la última encuesta aplicada por Parametría, casi 50% de las personas encuestadas afirman que sólo algunas pocas marchas son justificables y casi 30% opina que no tienen justificación, 90% de los encuestados opinan que la mayoría de las marchas afectan a terceras personas y 64% de la población opina que las marchas si deben permitirse, pero deben regularse.
Definitivamente, el derecho a la libre expresión es y seguirá siendo uno de los pilares de nuestra Constitución, pero ¿hasta que punto se puede permitir que la libertad de unos cuantos afecte los derechos de los demás ciudadanos y por supuesto, nuestra economía? Este es un asunto que debería empezar a visibilizarse para su pronta regulación. ¡Hasta nuestro próximo encuentro!
*Presidente de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, A.C. Sígueme en twitter: @PerezSoraya
