El Noticiero de la Salud con ERICK ESTRADA
En las sociedades humanas modernas, sobre todo en las grandes ciudades, donde vive la mayoría de la población mundial, hay una falta generalizada de vitamina d, sobre todo a partir de que los dermatólogos recomiendan no asolearse y cuando lo hagan, que sea usando bloqueador; la falta de vitamina d ha provocado que el 80% de las mujeres, después de los 50 años sea común la osteopenia ú osteoporosis, además de varios tipos de cáncer, como el de mama, ovario, colon y de próstata.
También hay un déficit de vitamina d porque la contaminación que produce la actividad humana, ha adelgazado la capa de ozono que nos protegía del exceso de las radiaciones ultravioleta, así que, al no fabricar vitamina d en la piel a partir del colesterol por el efecto de asolearse, se han multiplicado enfermedades como la fatiga crónica, enfermedades mentales como la depresión, de las articulaciones como la artritis reumatoide y enfermedades de la piel como la psoriasis, entre muchas otras.
El ser humano como animalito salvaje, es nómada, así que debería de caminar o trotar de 10 a 30 km al día; pero también debería de andar desnudo, para que a lo largo del día, fabrique las cantidades de Vitamina D que se requieren para muchísimas más funciones que la calcificación de los huesos.
Los humanos es la única especie animal en donde sus poblaciones se enferman más del 90%; en contraste, las demás especies animales se enferman menos del 5% de sus poblaciones; la explicación es simple: somos una especie herbívora que sólo debería de comer frutas, verduras, semillas y agua, pero hacemos lo contrario; nos alimentamos con alimentos de origen animal, nos hemos vuelto sedentarios y no nos asoleamos y para seguir siendo la especie más enferma del planeta, somos el único animal que cocina sus alimentos y al hacerlo, por efecto de la temperatura, se forman moléculas cancerígenas como las acrilamidas y las glicidamidas.
La Asociación Americana de Pediatría recomienda un suplemento de Vitamina D de 200 unidades internacionales (u.i.) para bebés recién nacidos; la Sociedad Pediátrica Canadiense recomienda a mujeres embarazadas y durante la lactancia, consumir 2 mil u.i. por día y un bebé después del año de edad, requiere 400 u.i. cada día, ó exponer a los niños al sol por períodos cortos de 10 minutos; antes de las 10 de la mañana, o después de las 4 de la tarde.
El consumo a largo plazo en adultos, a razón de 2 mil 400 u.i. por día, no han mostrado toxicidad.
El uso de protector solar, con factor de protección del nivel 8, inhibe más de 95% la producción de Vitamina D en la piel, razón por la cual hay que tomar una dosis diaria con el desayuno.
Los hongos comestibles como los champiñones, se recomiendan consumir, pues unos 100 gramos de esta y otras setas, proporcionan 2 mil 700 u.i. de Vitamina D, siempre y cuando hayan sido cosechados al medio día y que hayan sido expuestos al menos 5 minutos a la radiación solar.
La exposición al sol por 30 minutos, sin ropa, si es de piel clara, produce en promedio 20 mil unidades internacionales de Vitamina D.
A excepción de los hongos comestibles, sólo en alimentos de origen animal se encuentra la Vitamina D, pero son muy dañinos para la salud humana, pues producen infartos y cáncer.
